miércoles, 8 de mayo de 2024

¿Por qué estudiar la contaminación lúminica?

¿Nos daríamos cuenta sí perdiéramos de vista a las estrellas?
 La respuesta obvia a la pregunta del título sería que sí, pero ¿cuántas veces nos detenemos a observar el cielo?, ¿nos fijamos cuantas estrellas son visibles o si es el mismo cielo que observábamos de pequeños?.
El 17 de enero de 1994 ocurrió un suceso que puede ayudar a responder estas preguntas. En el área del norte del valle de San Fernando en la ciudad de los Ángeles (EEUU), se produjo un terremoto de 6.7 en la escala de Richter causando 72 muertos, 12000 heridos, pérdidas superiores a 25000 millones de dólares y un gran apagón eléctrico que dejó a la ciudad en sombras. 


Figura 1: Autopista derrumbada por el terremoto de Northridge en los Ángeles, el 17 de enero de 1994.

Debido al gran apagón, cientos de ciudadanos llamaron al 911 al observar con preocupación la existencia de una “extraña y gigantesca nube plateada” en el cielo. Lo que los habitantes de los Ángeles no sabían, era que habían "descubierto" la Vía Láctea.  La figura 2 es una representación artística, creada por el fotógrafo francés Thierry Cohen del cielo que debieron observar los habitantes de los Ángeles durante el apagón de 1994. 

Entre los diversos trabajos realizados por Thierry Cohen se encuentra el intentar concientizar sobre el problema de la contaminación lumínica. Para ello ha recreado cómo se verían los cielos nocturno de las principales ciudades del mundo sin contaminación lumínica. Pueden ver su excelente trabajo en su página web.  

      
 Figura 2: Representación artística de un cielo sin contaminación en la ciudad de los Ángeles del fotógrafo francés Thierry Cohen. 

La figura 2 muestra un cielo que difícilmente podremos ver desde nuestras ciudades debido al alto nivel de contaminación lumínica que  nos impide disfrutar de un cielo de calidad. 


Figura 3: En esta imagen es posible apreciar el brillo del cielo debido a la contaminación lumínica. En un cielo con este grado de contaminación no es posible observar estrellas tenues. Si bien la fotografía se tomó en España, podría corresponder a cualquier ciudad de nuestro país. 

La imagen 3 muestra un ejemplo de malgasto de energía y contaminación lumínica (la fotografía se podría haber obtenido en cualquier ciudad). En la fotografía se observan cientos de luminarias iluminando el cielo, lo cual produce que el brillo del mismo supere al brillo de las estrellas. 
No se necesitan cientos de luminarias mal colocadas para estropear un buen cielo, con una sola alcanza. La figura 4 ejemplifica de forma clara la idea: una sola luminaria mal colocada genera una pérdida casi total del firmamento. 


Figura 4: La luminaria de la imagen no se encuentra apantallada, lo que produce que gran parte de la luz que emite se desperdicie iluminando el cielo. La fotografía de la imagen de la izquierda se obtuvo en Goodwood, Ontario (Canadá), durante el apagón del 14 de agosto de 2003.

Las causas de la creciente contaminación lumínica (y consiguiente pérdida de la calidad del cielo), no solo se debe al aumento de la urbanización, sino a la forma ineficiente en que se utiliza la luminaria de las ciudades. En muchas ciudades se observan luminarias no apantalladas donde gran parte de la luz se desperdicia hacia el cielo donde no debe iluminar, o apantalladas ineficientemente. La figura 6 muestra la forma correcta en que se deberían apantallar las luminarias.


Figura 6: La figura muestra la forma correcta en que se debe apantallar las luminarias. En las correctamente apantalladas se observa que la luz no se desperdicia hacia el cielo.

Consecuencias económicas y sobre la seguridad de las ciudades.


Entre las consecuencias  de no apantallamiento adecuado de las luminarias se encuentra el gasto innecesario de energía eléctrica. En la figura 3 se observa con simplicidad que gran parte de la luz proyectada por las luminarias termina iluminando el cielo nocturno, lo cual no es su objetivo. De hecho se estima que entre un 60 a 70% de la energía que se emite se desperdicia en el cielo. Desde el espacio no hay lugar a dudas sobre esta realidad. La figura 7 muestra la región de la península Ibérica desde la estación espacial internacional (ISS). Es posible identificar sin problemas las grandes zonas pobladas.


Figura 7: Vista nocturna desde la Estación Espacial Internacional(ISS), de la península Ibérica.

Un exceso de luz puede provocar encandilamiento, lo cual resulta peligroso para el tránsito. La figura 8 muestra un tramo de carretera con luces muy mal dispuestas que producen encandilamiento en los conductores. 


Figura 8: El exceso de luz resulta muy peligroso para el tránsito debido al encandilamiento de los conductores. 

Aunque pueda parezca paradójico, un exceso de iluminación puede empeorar la seguridad de un lugar. La imagen 9 es un ejemplo notable de cómo una sola luminaria mal apantallada puede empeorar la seguridad de un lugar debido al encandilamiento.


Figura 9: A pesar de que la creencia popular considera que una mayor iluminación redunda en mayor seguridad, el mal uso de la misma solo generará zonas difusas debido al encandilamiento. En la fotografía de la izquierda no es posible distinguir la silueta de la persona parada en el portón de la casa.  

Efectos sobre la salud y el medio ambiente. 

La vida está sometida en forma constante a cambios cíclicos ambientales, uno de ellos es la sucesión del día y la noche, motivo por el cual ha creado mecanismos de regulación para poder medir el tiempo biológicamente. En nuestro organismo el encargado de cumplir con esta función es el sistema circadiano. 


Figura 10: Estructura del sistema circadiano en mamíferos. 

El sistema circadiano funciona en forma muy sencilla: consta de  un reloj central que funciona de forma autónoma y se sincroniza con el medio ambiente mediante señales periódicas. Entre los sincronizadores más importantes está la secuencia de luz-oscuridad. Sincronizado el sistema central este transmite una señal temporal al resto de los órganos y tejidos a través de los mensajeros químicos del cuerpo: las hormonas, en este caso la encargada es la "hormona de la oscuridad": la melatonina
El exceso de luz nocturna altera el ciclo natural de la generación de melatonina y con ello se producen alteraciones en nuestro ciclo circadiano. 



Figura 11: El correcto funcionamiento de la "hormona de la oscuridad" es fundamental para regular nuestro ciclo circadiano.

En la gráfica de la figura 11 se observa el comportamiento de la hormona melatonina durante un día entero. Durante el día los valores de esta hormona son bajos elevándose durante la noche. Como se aprecia en la figura, las funciones de esta hormona no solo recaen en la regulación del sueño, se ha relacionado la misma como agente antioxidante, inmunoestimulante y cumple funciones en la prevención de diferentes tipos de cáncer
En diversos estudios se encontró relación entre la alteración del orden temporal interno (alteración que se conoce como cronodisrupción), con una mayor incidencia de patologías relacionadas a enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, insomnio, depresión, envejecimiento acelerado y diferentes tipos de cáncer.
De acuerdo a Richard Stevens (profesor y epidemiólogo del cáncer del centro de Salud de la Universidad de Connecticut (EEUU)), "...en un ambiente en el que hay mucha luz artificial por la noche (por ejemplo, en Manhattan o en Las Vegas) hay muchas más ocasiones en las que la retina se ve expuesta a fotones que podrían trastornar el ritmo circadiano... Casi todos nosotros nos despertamos por ratos durante la noche, y a menos que tengamos persianas que oscurezcan la habitación por completo, algo de la iluminación eléctrica penetra por nuestras ventanas. No se ha determinado claramente cuánta luz es demasiada; en la actualidad esto constituye una parte importante de la investigación."

La figura 12 permite comprender el cambio en el brillo del cielo debido a la contaminación lumínica que se produce en las ciudades.


Figura 12: La figura muestra el cambio del brillo del cielo en función de la contaminación lumínica.

Efectos sobre el medio ambiente.

La exposición a luz artificial en forma excesiva afecta tanto a la flora y fauna. Se ha demostrado que la exposición prolongada a luz artificial nocturna impide que muchos tipos de árboles puedan ajustarse a las variaciones estacionales, lo que afecta a la flora y fauna que utilizan a estos árboles para su hábitat natural.




Figura 13: El exceso de iluminación nocturna afecta el comportamiento de los árboles caducifolios. Los ubicados cerca de luminarias conservan sus hojas por más tiempo que aquellos que se ubican más alejados de las mismas. Esto genera diversos problemas al árbol: sus hojas no están preparadas para soportar las bajas temperaturas del invierno, por lo cual mueren, y el exceso de hojas propicia que el viento típico de épocas invernales generen mayores daños a las ramas.

Diversas investigaciones muestran que la contaminación lumínica altera las áreas de caza, recolección y los ciclos de reproducción en insectos, tortugas, aves, peces y reptiles. 
Un ejemplo preocupante del exceso de luz que producen las ciudades es posible observar en los trastornos en el comportamiento reproductivo de las tortugas marinas.

 
Figura 14: Las tortugas marinas recién nacidas se orientan instintivamente alejándose de la silueta oscura de la costa durante las noches. El exceso de luz distraen a las crías las cuales por error se dirigen hacia las ciudades.

Muchas especies de tortugas marinas ponen sus huevos en las playas durantes generaciones. Cuando las playas se iluminan de noche en forma excesiva, las hembras pueden decidir no anidar en estas playas, o en caso de que aniden en las mismas al momento de nacer las crías pueden desorientarse y dirigirse hacia las carreteras cercanas exponiéndose a los vehículos y depredadores. 
El aumento del brillo de las ciudades afecta el comportamiento migratorio de las aves debido a que las luces atraen y desorientan a las aves.


Figura 15: Aumento del brillo de las ciudades de Estados Unidos debido a la luz artificial  desde finales de la década de 1950 hasta 2025 (proyección). Fuente: 
Fuente: http://www.lightpollution.it/ , P. Cinzano, F. Falchi, C.D. Elvidge, 2001.

Se ha calculado en América del Norte que entre 98 y 1000 millones de aves mueren al chocar contra rascacielos, edificios altos o torres de comunicación. Números verdaderamente alarmantes. 
Si se entiende que casi todos los roedores y pequeños carnívoros, el 80% de los marsupiales y el 20% de los primates son nocturnos, el impacto de la contaminación lumínica producida por efecto de la actividad humana, recién se está comprendiendo.
En un artículo publicado en la revista "Science" por Christopher Kyba del Centro de Investigación en Geociencias de Alemania, utilizando los datos recolectados por el proyecto "Globe at Night"  entre 2011 y 2022, se informa que el brillo del cielo nocturno a nivel mundial aumentó  su brillo un 9.6% por año.
En palabras de  Christopher Kyba, esto significa que "A este ritmo, alguien que haya nacido hoy en un lugar donde se podían ver 250 estrellas, sólo podrá ver 100 para cuando haya cumplido 18 años."

Soluciones.

Existen diferentes formas de trabajar en la solución de esta problemática pero la  principal consiste en apantallar  las luminarias de forma que no se proyecte luz en un ángulo menor a 20° por debajo del horizontal. La luz que se proyecta a nivel del horizonte puede generar un resplandor 160 veces superior al reflejado en el suelo por el mismo flujo luminoso. 


Figura 16: La luz proyectada a nivel del horizonte o en ángulos superiores solo contribuye a una perdida de visibilidad del cielo y deslumbramiento.

La figura 17 muestra en su panel superior el efecto de un correcto apantallamiento, y en su panel inferior se comparan luminarias mal apantalladas con luminarias con apantallamiento correcto.            



Figura 17: La imagen del panel superior muestra el cambio debido a un correcto apantallamiento. En el panel inferior se observan luminarias con mal apantallamiento (izquierda), y con apantallamiento correcto (derecha).

La figura 18 muestra el cambio producido en Santa Cruz de la Palma (España), debido al correcto apantallamiento de las luminarias.


Figura 18: Costa de la ciudad de Santa Cruz de las Palmas en España. En el panel izquierdo se observan luminarias mal apantalladas y en el derecho las luminarias fueron apantalladas en forma correcta. Comparando las imágenes se observa el ahorro en energía y el cambio en la oscuridad de la zona. Por ejemplo, en la imagen de la derecha se puede percibir el mar.


Otros tipos de contaminación del cielo.

La creciente industria aeroespacial trae consigo un aumento en la contaminación lumínica del cielo nocturno.  En el panel superior de la imagen 19 se observa una fotografía de los satélites de la empresa Starlink, y en el panel inferior se observa la configuración final de este proyecto que plantea colocar en órbita entre 30000 y 60000 satélites en órbita. 
Este tipo de  contaminación espacial perjudica el trabajo de los astrónomos en la de detección de objetos potencialmente peligrosos (asteroides), para la Tierra. 



Figura 19: Panel superior: fotografía de satélites de la empresa Starlink (en la imagen casi no se observan estrellas pero los satélites si). Panel inferior: Cuando todos los satélites estén en órbitas la configuración rodeará a la Tierra formando una red de entre 30000 y 60000 satélites.

El doctor en física José Luis Crespo, del canal Quantum Fracture, explica en forma muy clara y amena la problemática que generan proyectos para el trabajo astronómico, la seguridad planetaria y el trabajo de los astrofotógrafos.



El cielo que perdemos.

El cielo es considerado patrimonio inmaterial de la humanidad, por lo que la pérdida de su calidad afecta a las futuras generaciones. En la Declaración de los Derechos de las Generaciones Futuras de UNESCO (1994), se declara: 

"Las personas pertenecientes a las generaciones futuras tienen derecho a una Tierra indemne y no contaminada, comprendido al derecho a un cielo puro; tienen derecho a disfrutar de esta Tierra que es el soporte de la historia de la humanidad, de la cultura y de lazos sociales, lo que asegura a cada generación y a cada individuo su pertenencia a la gran familia humana".

Por este motivo, el registro realizado del cielo por los astrofotógrafos cobra gran valor. En las siguientes imágenes se aprecian fotografías de algunos de los mejores astrofotógrafos de nuestro país.


Figura 20: Vista del centro de nuestra galaxia sobre el cerro Catedral (Maldonado), obtenida por el astrofotógrafo Febo Bouvier (https://www.instagram.com/fefobouvier/).





Figura 21:  La Vía Láctea sobre el Faro del Cabo de Santa María (La Paloma), obtenida por el astrofotógrafo Mauricio Salazar (https://www.instagram.com/astropolo_/).


Figura 22:  La Vía Láctea sobre el parque eólico ubicado en la estancia "Sierra de los Caracoles" (Maldonado), obtenida por el astrofotógrafo Santiago Cabanas Sámano (https://www.instagram.com/cielos_del_sur/).



Bibliografía

  • María de los Ángeles Rol de Lama, Beatriz Baño Otálora, Antonio Blas Martínez Nicolás, Mª Ángeles Bonmatí Carrión, Elisabet Ortiz Tudela, Juan Antonio Madrid Pérez, "El lado oscuro de la luz. Efectos de la contaminación lumínica sobre la salud humana." : Revista Física y sociedad, Nº. 21, 2011 (Ejemplar dedicado a: Contaminación lumínica y eficiencia energética), págs. 20-22. Página web:https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=2488
  • Instituto astrofísico de Canarias, España.









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